La toxina Botulínica es una de las sustancias que más utilizo para el manejo de las arrugas en algunas partes de la cara y consiste en la aplicación en lugares específicos para paralizar la acción muscular y disminuir su expresión. Es útil en aquellos pacientes donde las arrugas se notan en el momento de gesticular. Es un procedimiento ambulatorio, poco doloroso y sin incapacidad.

Si bien es una sustancia usada con otros objetivos terapéuticos, cuando hablamos de su uso cosmético no debe aplicarse antes de los 18 años. Es el tipo de piel, arrugas y características de cada persona la que da la pauta para definir el momento en que se debe usar, generalmente después de los 35 años cuando empiezan a ser notorias las líneas de expresión.

Para su uso cosmético suele aplicarse en áreas de mayor actividad muscular como es el entrecejo, arrugas de la frente, las llamadas patas de gallo en la región lateral de los ojos, cuello.

Las arrugas localizadas a cada lado de la mejilla o surcos nasogenianos son producto de la caída progresiva de los tejidos con la edad y no de la acción muscular, por ello la Toxina Botulínica no está indicada para esta área, cuyo problema suele requerir mejor algún tipo de relleno. Algunas personas sin experiencia y sin conocimiento anatómico la usan esperando la desaparición de estas arrugas y lo que consiguen es que cambie el aspecto de la sonrisa ya que el labio superior desciende quedando una expresión poco natural.

En primer lugar no debe existir condiciones que lo contra indiquen como infecciones activas, enfermedades graves, alteraciones de la coagulación, enfermedades neurológicas como miastenia gravis. Una vez se aplica se debe evitar hacer actividad física importante en las siguientes 4 horas, no realizar masaje en los sitios de aplicación.

El efecto de la Toxina Botulínica es reversible, eso quiere decir que poco a poco los músculos recuperan su capacidad de contraerse. Este proceso puede durar de 6 a 8 meses, con un resultado variable en cada paciente.

En general una arruga que inicialmente se ven solamente con la acción de un musculo poco a poco se va profundizando hasta llegar el momento en que incluso sin la acción del musculo la arruga se vuelve permanente y profunda. El uso periódico de la Toxina Botulínica permite que la piel permanezca sin el efecto continuo de la acción muscular, por lo que la marcación de las arrugas se demora en el tiempo y se logra prolongar el tiempo sin la marcación permanente.

Si, puede ser aplicada en axilas, manos o pies en aquellos pacientes con sudoración excesiva en quienes otros tratamientos han sido fallidos. Su tiempo de acción suele durar alrededor de los 12 meses.