Tener las orejas paradas o prominentes es uno de los problemas más comunes, que suelen detectarse desde la infancia produciendo en muchos casos alteraciones de la autoestima. Su corrección se realiza mediante una cirugía ambulatoria, que se puede realizar con anestesia local o general.

El crecimiento rápido de las orejas se estabiliza hacia los 7 años, desde cuando el desarrollo será muy lento pero durante toda la vida. Es desde esta edad que se recomienda su corrección quirúrgica.

Las incisiones se realzan en el pliegue posterior de las orejas quedando completamente escondidas y prácticamente invisibles.

Cuando la oreja parece ser muy grande por ser muy lisa y con mala definición, se pueden recrear los pliegues normales lo que la hace aparentemente más pequeña y además se pueden acercar a la cabeza de manera que no se vean paradas.

Después de la cirugía y durante unas semanas se debe usar una balaca como las usadas por los deportistas en la cabeza para permitir que cicatricen y se mantengan en su nueva posición.

Algunos de mis pacientes